Los ancianos, generaciones pasadas, de algún modo tienen una cultura diferente a la actual. Además representan la cultura paisa por excelencia, ya que en su mayoría son personas nacidas y criadas en el campo.
Grupos como los Hare Krishnas en ocaciones profesan sus creencias por medio de cantos y pequeñas danzas
Los indígenas, que en su mayoría no habitan el espacio por habitarlo, si no por buscar algún beneficio económico por medio de las manifestaciones culturales propias.
Las personas afrodescendientes, que tienen el parque como una zona de reunión.
Además de la divergencia cultural, también se da una manifestación del patrimonio inmaterial, entre algunas de las manifestaciones se encuentran:
Los ancianos como patrimonio, no por su edad, sino por sus recuerdos y sus vivencias dentro de nuestra cultura.
La música armoniza los días; en medio de tanto tráfico y caos citadino se entonan notas de boleros, guascas y rancheras.
Para conseguir el sustento, algunos personajes, hacen de la troba tradicional, una forma de enganchar al público y hacer humor cantando.
Como se pudo observar en las fotografías, el Parque Berrio es importante no porque como tal es patrimonial y cultural, sino porque sus habitantes lo convierten en un lugar patrimonial y multicultural.
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